No deja de emocionarme ver a cada inicio de curso como se
presentan 80 jóvenes que desean ser EDUCADORES. ¿Son conscientes de la
importancia de su futuro trabajo? ¿Qué mundo desean crear? Cada uno trae una
historia y todas convergen en un espacio y tiempo: nuestra aula. Empezamos un nuevo
viaje. No llegaremos todos al mismo destino. Lo explico: Son viajes personales,
de reflexión sobre qué quiere decir educar, aprender, comunicar… Actividades
que hacemos todo el tiempo, no siempre pensando sobre qué influye en cómo las
hacemos. ¿Por qué hablamos de una forma en unas situaciones que en otras? ¿Qué
diferencia hay entre hacer una clase magistral o sentarse en el suelo?
Nuestras definiciones de las cosas más sencillas están influidas
por nuestra visión del mundo. Nuestra visión del mundo está condicionada al
menos en parte por los prejuicios que coleccionamos. Admitir que los tenemos es
el primer paso para abrirse a nuevos esquemas mentales. Pasas años pensando que
enseñar es transmitir conocimiento y que comunicar es transmitir ideas… Cuando
finalmente nos damos cuenta que una clase nunca está acabada hasta que el
alumno sea el que, a partir de lo que ha visto y escuchado, a partir de como lo
ha sentido, a partir de las relaciones que establece entre lo nuevo y lo que
trae en su equipaje… PRODUCE algo. Entonces pasas a entender que aprender es un
proceso, no un suceso. No se acaba nunca…
Sólo empiezo a entender lo que realmente ha pasado en una
clase cuando veo lo que los alumnos escriben en sus blogs, los videos que
producen, los podcasts que se graban. Si entendiera la educación como transmisión,
con la clase magistral ya se habría acabado la clase. Pero la verdad es que la
case no se acaba nunca: nunca dejamos de aprender, siempre hay más que saber.
Para mí es muy importante mantener un sentido de
insatisfacción que motiva a la búsqueda; que hace con que sigamos buscando. Como
profesora en un sistema formal de educación presencial marco mínimos nada
fáciles de alcanzar, pero luego cada grupo, cada estudiante se marca hasta dónde
quiere llegar. Por esta razón, no
llegaremos todos al mismo destino, pese a que vayamos todos en la misma dirección:
profundizamos en la comprensión de la alfabetización como un proceso (no como
un suceso) durante el cual utilizamos tecnologías (digitales o analógicas) para
construir nuevas formas de relacionarse en el mundo.
Mientras nos relacionamos y nos reinventamos a nosotros
mismos. No sé vosotros, yo me lo paso bomba =)
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