martes, 24 de septiembre de 2013

Nuevo curso, nuevo viaje


No deja de emocionarme ver a cada inicio de curso como se presentan 80 jóvenes que desean ser EDUCADORES. ¿Son conscientes de la importancia de su futuro trabajo? ¿Qué mundo desean crear? Cada uno trae una historia y todas convergen en un espacio y tiempo: nuestra aula. Empezamos un nuevo viaje. No llegaremos todos al mismo destino. Lo explico: Son viajes personales, de reflexión sobre qué quiere decir educar, aprender, comunicar… Actividades que hacemos todo el tiempo, no siempre pensando sobre qué influye en cómo las hacemos. ¿Por qué hablamos de una forma en unas situaciones que en otras? ¿Qué diferencia hay entre hacer una clase magistral o sentarse en el suelo?


Nuestras definiciones de las cosas más sencillas están influidas por nuestra visión del mundo. Nuestra visión del mundo está condicionada al menos en parte por los prejuicios que coleccionamos. Admitir que los tenemos es el primer paso para abrirse a nuevos esquemas mentales. Pasas años pensando que enseñar es transmitir conocimiento y que comunicar es transmitir ideas… Cuando finalmente nos damos cuenta que una clase nunca está acabada hasta que el alumno sea el que, a partir de lo que ha visto y escuchado, a partir de como lo ha sentido, a partir de las relaciones que establece entre lo nuevo y lo que trae en su equipaje… PRODUCE algo. Entonces pasas a entender que aprender es un proceso, no un suceso. No se acaba nunca…

Sólo empiezo a entender lo que realmente ha pasado en una clase cuando veo lo que los alumnos escriben en sus blogs, los videos que producen, los podcasts que se graban. Si entendiera la educación como transmisión, con la clase magistral ya se habría acabado la clase. Pero la verdad es que la case no se acaba nunca: nunca dejamos de aprender, siempre hay más que saber.

Para mí es muy importante mantener un sentido de insatisfacción que motiva a la búsqueda; que hace con que sigamos buscando. Como profesora en un sistema formal de educación presencial marco mínimos nada fáciles de alcanzar, pero luego cada grupo, cada estudiante se marca hasta dónde quiere llegar. Por esta razón,  no llegaremos todos al mismo destino, pese a que vayamos todos en la misma dirección: profundizamos en la comprensión de la alfabetización como un proceso (no como un suceso) durante el cual utilizamos tecnologías (digitales o analógicas) para construir nuevas formas de relacionarse en el mundo.
Mientras nos relacionamos y nos reinventamos a nosotros mismos. No sé vosotros, yo me lo paso bomba =)